Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Alejandro

Cuentos de andar por casa: ¡Cumpleaños!

Imagen
¡Cumpleaños! Estaba yo viendo detenidamente al gusano buscándole el agujero por todos los lados, pero no había forma. Primero le apliqué la teoría esa de las cuerdas y nada, que si quieres arroz Catalina, luego le puse a ambos lados, equidistantes, dos globos terráqueos y por más que intentaba mantener el paralelismo entre ellos, él se movía convirtiéndolo en un espacio asimétrico divergente. Desesperado por lo infructuoso de mi intento, pensé que necesitaría una ayuda especial, alguien que por la pureza de su alma, la limpieza de su mente y la grandeza de su corazón, entendiese de igual a igual el sublime y misterioso mensaje que hasta ese momento parecía recibir de un simple gusano de seda. Cabizbajo y meditabundo me sorprendió mi nieto Alejandro que con la mirada se interesó por mi abstracción y al que intente explicar, como se le explican las cosas a un niño, el motivo de mi profunda preocupación. Habría asumido, como era lógico, que él no hubiera entendido absolutament

¡Feliz cumpleaños! 27 de mayo: Personas (O personitas)

Imagen
Su disfraz preferido es una globalización de remiendos. Un poco de todo, él es así: Algo de este, algo de aquel y, ya que se puede, por qué no todos a la vez. La cara siempre tapada para despistar y para asustar, dejando ver un hilo de luz a través del antifaz, dibujando unos ojos que persisten en la batalla hasta la claudicación del enemigo. Su boca, oculta, vomita sentencias que son derecho de autor de terceros que en sus labios pierden todo dramatismo, pero ganan en ternura. Al cuello, el medallón sagrado. Un pañuelo de pájaros y un escapulario de origen desconocido. Rodea su cintura con bandoleras, bufandas y una cinta fruncidora de la cortina que dábamos por  perdida. Es ahí, en la cintura, donde cuelgan las espadas de plexiglás, las pistolas de madera y un rallador de queso que ya no ralla. La capa del héroe, que sospechosamente parece un mantel recién planchado, cubre su trasero hasta arrastrar por el pasillo. Levanta la espada amenazadora y por arte de ma

Alejandro y Yo.

Imagen
"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas. Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal." (Juan Ramón Jiménez) Alejandro ya es mayor, por eso aporrea la batería en un "in crescendo" ruidoso hasta lo inaguantable. A continuación, se levanta, cruza en el aire las baquetas y con unas ligeras afirmaciones de cabeza, complacido y serio, saluda al personal. Alejandro ya es mayor, por eso necesita un gran espacio para jugar al tenis. El Salón de casa se convierte en una cancha sin líneas, todo vale.  Bota repetidamente la pelota, golpea con el arco de la raqueta la base de las zapatillas, se ajusta la

Repunte veraniego

Imagen
De nuevo en este ordenador. Una vez quitado el polvo, blanqueadas las teclas y eliminados miles de Spams, empieza un "Nuevo Ejercicio".  No ha sido un buen verano: corto e inquietante, incómodo y austero, menos mal que a última hora llegó Alejandro y lo puso todo en su sitio, bueno, mejor dicho todo fuera de su sitio. Las caras agrias y lechosas se volvieron dulces y sonrosadas, la mirada que extraviada no encontraba el mar, se llenó de azules y verdes, los músculos entumecidos y vagos recuperaron la elasticidad al agacharse y volverse a agachar, la ropa seria e impoluta se llenó de alegres lamparones de oscuro chocolate y rojo piruleta, las visitas a los vecinos, (hasta el momento desconocidos) se multiplicaron, y conocimos al gatito marrón (que era gris) al perro grannnnnnde y a las gaviotas que se comían las galletas. Dejó de sonar Puccini, y el aire se lleno de Brujitos de Gulugús, Epis y Blases y los don diablos de Parchis. En mi cabeza todavía resuenan como aur