Los domingos, Limpieza General: "Relato en Construcción" Aireando viejos relatos


   Me paré delante del gran edificio y entré, no podía demorar por más tiempo mi incertidumbre. En aquellas cinco plantas estaba la inspiración que necesitaba para empezar, la fuerza para continuar y la magia para terminar.
   Delante del ascensor dudé de nuevo, pero cuando se abrió de par en par, sentí una atracción hacia su interior inevitable. Estaba solo y mi imagen se reflejaba en cientos de yoes en su paredes acristaladas. El elevador se puso en marcha y ascendió sin más ordenes que las de mi deseo. Unos segundos y se detuvo anunciando a través de una metálica voz:

   -¡Planta primera! Argumentos, Temas, Propuestas. -Cerré los ojos y sentí como los cuentos más inauditos se recolocaban en mi estantería mental. Siguió subiendo-.
  -¡Planta segunda! Personajes, Chicos, Chicas, Niños, Animales. -Elegí rápido, para esa historia de Amor con dos me bastaba-.
   -¡Planta tercera! Seducciones, Pasiones, Desengaños. -De la estantería que enfrentaba a la cabina, cogí el calor, el estremecimiento y dos cuerpos húmedos. Ascendiendo me sentí lleno, feliz y estimulado. De nuevo la voz de diamante me apremió-
  -¡Planta cuarta! Localizaciones, Montañas, Ríos, Hoteles, incluso Ascensores. -Me di cuenta que la oferta de las sucesivas plantas estaba directamente relacionada con mi historia. Llegaba al final, la Planta Quinta me proporcionaría ese deseado desenlace, ese mágico remate, que dejaría un agradable sabor a vainilla y una nebulosa de tonos rubíes.
   -¡Planta Quinta! Sociedad General de Autores... son 500 por el tema, 1,000 por la chica, 800 por el chico, 700 por la pasión; total 3.000... el ascensor, lo pone la casa.


    

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